Si leíste el blog de la semana pasada y respondiste a la pregunta de qué harías si tuvieras tanta plata que fueras a morir millonario independiente de tus gastos a lo largo de tu vida ¡felicitaciones!
Espero que hayas sentido la placidez de conocer que hay una cosa que harías por motu proprio. Reconocer que en lo profundo de ti esa pregunta tiene una respuesta y no es la misma que tu hermana, que tu mejor amigo o que tu mamá.
Siguiendo la temática general de fin de año/planes 2024/quiero-ser-feliz-parto-el-lunes, lo que sigue a esa pregunta es comenzar a avanzar hacia allá.
¿Cómo partir? Pues antes de lo específico, lo más general de todo es el tiempo y supongo que como todos, usas las 24 horas del día en distintas cosas y no tienes tiempo para nada más.
Por lo mismo, te propongo dejar de hacer y lo ilustraré con algo que dejé de hacer hace un par de años y hace poco volví a reducir más: leer noticias.
¿Por qué cuesta dejar de hacer?
Dejar de hacer alguna cosa que nos propusimos es difícil. Estamos rodeados de slogans y frases motivacionales que aunque logran ser pegajosas, no son aplicables a todas las situaciones.
La frase de Nike “Sólo hazlo”, mal aplicada te puede llevar a no soltar una mala idea, a no buscar la opinión de expertos o a no prepararte lo suficiente.
Hay tres grandes razones que explican porqué cuesta dejar de hacer algo:
Costo Hundido: La famosa falacia del costo hundido dice que preferimos seguir con la decisión tomada porque ya invertimos tiempo o dinero que no recuperaremos si la dejamos. En otras palabras, es el nombre técnico de cuando tu amiga que no quiere terminar te dice que es porque “ya llevamos tanto tiempo, ya conozco a su familia” como razón suficiente para aguantar al tóxico. Lo mismo corre para el que continúa con un proyecto que no despega, sólo por el hecho de llevar años y haber invertido mucho en él. Es natural que nuestro cerebro ceda ante el sesgo cognitivo, pero conocer que existe es la principal manera de evitarlo.
Identidad: Por ser mal visto en algunos círculos de gente el dejar de hacer. Incluso llegando a confundirlo con palabras de tipo “rendirse”, “no se la pudo”, “no era para él”, etc. Marco Aurelio en sus Meditaciones recuerda:
“No deja de asombrarme que a pesar de querernos más que a nadie, valoramos más las opiniones del resto que la nuestra”.
A muchas personas les pesa más que a otras. En todos los casos, aunque sea difícil dejar de hacer algo que no te lleva a nada es mejor que seguir ahí por miedo al qué dirán.
Status Quo: Es más fácil seguir haciendo algo que cambiar rumbo. La fuerza de la inercia es tan fuerte que nos sometemos a ella tanto porque es más fácil que te empujen a oponer resistencia, como también porque detenerse implicaría empezar hacia otra dirección y eso requiere vencer la inercia. Frenar cuando vas en la carretera para poner bruscamente primera y tomar la próxima salida: parece más fácil pasarse y devolverte en el próximo trébol.
En el caso de las noticias, el análisis que hice más o menos el 2021 fue el siguiente: gasto tiempo todos los días en ponerme al día con las noticias para entender lo que está pasando, lo que se está discutiendo, etc. Leía incluso un medio que seguía de cerca toda la trinchera política y sentía que llevaba tanto tiempo leyendo que tal diputado dijo esto o que la ministra hizo lo otro, que dejar de hacerlo sería perder todo lo invertido (1).
También pensaba que en una conversación alguien podría notar que no sabía tal o cual tema candente de la semana y habría sido vergonzoso (2).
Por último, mi rutina de café con mis newsletter en la mañana, me acomodaba porque era mi manera de despertar y hacer algo que creía me aportaba un montón (3).
¿Cómo saber cuándo parar?
Así como es difícil detenerse, saber cuándo hacerlo es un misterio en sí.
Por eso el slogan de Nike y otras frases motivacionales son difíciles de negar. Aplica en muchos contextos, pero no es trivial distinguir cuando no.
Tres tips que pueden ayudar a dilucidar cuándo detenerte:
Futuro: Pensar en tu futuro (por ejemplo respondiendo la pregunta del comienzo) y cómo aquello que estás haciendo hoy puede o no, estar relacionado a ese futuro. Si quieres trabajar en un rubro y estás en otro; si quieres formar una familia, pero tu pareja no; si estás considerando estudiar, pero quieres emprender; todas son motivos para detenerte.
Vencer el sesgo: Pensemos que todos tomamos decisiones con información incompleta. Si hoy volvieras a tomar la decisión, sabiendo lo que sabes hoy, ¿volverías a elegir este camino? (olvídate de lo que has invertido hasta ahora).
Criterio de Término: Este concepto lo acuñó Annie Duke en un libro sobre “Renunciar” (Kill Criteria en su libro Quit, en inglés). Ella define que deberíamos tener una definición de tiempo y desempeño, para que una vez cumplido ese tiempo si no has alcanzado el desempeño esperado, entonces no sigas avanzando.
En el caso de las noticias, pensé que si leía algo, prefería leer unas páginas de un libro en la mañana, más que seguir leyendo cómo se tiran de las mechas de un lado a otro los políticos en general (1).
Además, pensando en los años que llevaba leyendo noticias y lo “inútil” que era tener memoria de aquello, me hizo pensar que no, no habría leído noticias de haber sabido que si te pierdas una semana/mes/año de ellas, en verdad que no pasa nada. Lo importante encuentra el camino a tus oídos y ojos (2).
Finalmente pensé que todo lo que leí de la primera convención constitucional, las discusiones, votaciones y demás, me supondría un valor a la hora de ejercer mi voto. Conocer las negociaciones para llegar a votar una norma, no fue relevante para revisar el borrador (3).
Después de eso corté mis distintas suscripciones a noticias nacionales y me quedé con varias del mundo tecnológico que desde hace muchos años que me causan curiosidad. Además, consideraba que me aportaba valor para mi trabajo, dado mi rubro.
Sin embargo y por un proceso similar al de las noticias a secas, pero más ácido, noté que tampoco me aportaba en mi día a día saber las inversiones de Spotify, si Airbnb despidió o no personas o si Adobe utilizará la inteligencia artificial dentro de Photoshop.
En la práctica a pesar de trabajar en Mercado Libre, no estoy cerca de utilizar ese conocimiento y hay cosas más oportunas que puedo leer que sí impactan mi trabajo directamente. Entonces a pesar de que me sentía informado, esa información que adquiría no servía para lo que suponía que me serviría.
Inténtalo, no pasa nada
Lo mejor de todo, es que en verdad en cualquier momento, si mis condiciones anteriores cambian, puedo volver a suscribirme a los portales de noticias ávidos de suscriptores.
También puedes quitar el pie del acelerador, meditarlo con más calma y luego tomar una decisión.
El costo de volver puede ser nulo.
(Este consejo no aplica a tu ex).
Libro de la semana
📖 Título: Lost Connections
✍🏻 Autor: Johann Hari
✏️ Páginas: 319
📚 Editorial: Bloomsbury Publishing
[…] El peor estrés para la gente es no tener que asumir mucha responsabilidad. Es, me dijo, tener que soportar “trabajo [que] es monótono, aburrido, que destruye el alma; [donde] mueren un poco cuando vienen a trabajar cada día, porque su trabajo no toca ninguna parte de ellos que sea ellos”. Joe, entonces, en su taller de pintura, según este estándar real, tenía uno de los trabajos más estresantes que hay. “El desempoderamiento”, me dijo Michael, “está en el corazón de la mala salud” — física, mental y emocional.
The worst stress for people isn't having to bear a lot of responsi-bility. It is, he told me, having to endure "work [that] is monotonous, boring, soul-destroying; [where) they die a little when they come to work each day, because their work touches no part of them that is them." Joe, then, in his paint shop, by this real standard, had one of the most stressful jobs there is. "Disempowerment," Michael told me, "is at the heart of poor health" —physical, mental, and emotional.
*Si te interesa comprar el libro, puedes usar uno de estos links que sin costarte más, me aportarán para seguir leyendo y escribiendo: