Este fin de semana viajé a Viña por un matrimonio. Iba conversando con mi papá al volante (de quizás la reflexión de otra semana), cuando vimos que de la pista contraria sale volando un objeto negro, que comenzaba a descender hacia el auto. Cuando ya estaba relativamente encima, vimos que era una rueda completa.
Por una combinación de mala suerte (wtf una rueda volando), habilidad al volante (mi papá disminuyó lo suficiente la velocidad como para que no impactara el parabrisas y a su vez, no nos chocaran) y buena suerte (sólo le pegó al parachoques y quebró el tapabarro) que pudimos seguir adelante sin mayores consecuencias.
Memento Mori
Existe un concepto en latín llamado “Memento Mori”: Recuerda que morirás. Es un pequeño mantra que te despierta al recordar lo único cierto: vas a morir.
A primera lectura puede parecer lúgubre y pesimista, ¿por qué querría pensar que voy a morir? Sin embargo, teniendo conciencia de que eso sucederá, seguro vivirás tu vida con sentido.
Es común que hoy estemos alejados de ‘la muerte’ como tema. El campo de la medicina se desarrolla; existen mejores antibióticos y vacunas; no vemos ejecuciones públicas; la mortalidad infantil y de las mujeres en los partos disminuyó un montón; el entretenimiento tipo coliseo romano, se ha cambiado por peleas que terminan cuando alguien se desmaya y no cuando muere.
Esto provoca que la muerte se vea hoy como un evento aislado que ocasiona mucho dolor y pena al entorno del difunto, pero que no existe para uno. Es siempre el otro quien es protagonista del evento ‘muerte’ y nosotros solo espectadores.
Imagina que vas por un dolor agudo al hospital y lamentablemente el diagnóstico es una enfermedad terrible e incurable. Te queda un mes. Un año. Diez, veinte años.
¿Cambiarías algo de tu vida?, ¿te arrepentirías de estar en el trabajo que estás?, ¿de aprenderte las coreografías de Tiktok?, ¿de pelear tanto rato sólo para tener la razón?
¿Y si te dijera que efectivamente tienes la sentencia de muerte firmada y que estamos muriendo hoy y siempre?
La vida no es eterna. Esos minutos durmiendo por caña, preparando venganzas, cahuineando, viendo reality shows, calentando la silla en una reunión o siendo utilizados en cualquier acción que creas pérdida de tiempo, no volverán.
Atención y Acción
Memento Mori es un llamado de atención, pero también a la acción. Es vigorizante despertar el sentido de urgencia de que el tiempo no se detiene.
Con la conciencia de que los minutos gastados no vuelven, es mucho más fácil evitar trámites innecesarios. Ser más práctico, eficiente, querer ver y hacer aquello que te llama la atención y no otras cosas.
Me acordé de ese concurso antiguo en el que el premio era entrar a un supermercado con el carrito y llenarlo con todo lo que pudieras en dos minutos.
Memento Mori nos recuerda que aunque no sepamos cuánto tiempo queda en el reloj, nos gustaría pasar si o si por la sección de carnes y tragos. El no tenerlo en cuenta, puede hacer que nos quedemos pegados en el primer pasillo porque se nos olvidó la primera y única regla. El juego termina.
Un pequeño ejercicio
Para partir con todo y comenzar de a poco a sentir la energía propia del plazo finito, te voy a recomendar que pienses en la semana lo siguiente (si quieres lo puedes hacer con un mes completo también).
Analiza tu semana en dos partes distintas:
¿Hay compromisos que son innecesarios? ¿que no te aporten valor?: entender que aquellos eventos a los que dijiste que sí, no son “gratis”.
¿Harás las cosas que te importan?: analiza si todo lo que es importante para ti está contenido dentro de la semana. ¿Verás a tu familia y/o amigos? ¿tocarás piano que tanto te gusta?
Yo para serte franco estoy partiendo con estos ejercicios y son bien potentes sobre todo al principio.
Hace un par de semanas me preguntó la Marti qué pasaría si me moría y le dije que nada, que estaba muy contento.
No es que las cosas que quiero hacer estén terminadas, pero todas están avanzando conmigo. ¿Te acuerdas que hablamos de las cosas que puedes controlas versus las que no? Ni idea cuánto tiempo queda del concurso, pero sé qué pasillos quiero visitar.
El neumático fue un memento mori volador, que me volvió a mantener alerta.
¡Cuéntame cómo te va!
Muy buena esta reflexión Fran …es parecida a pensar …que regalarías a una persona si supieras que esta es la última Navidad que pasarás con ella ? Regalarías lo mismo que tenías pensado ?
Muchos cariños para ti !!
tremenda reflexión Fran y una que deberíamos tener constantemente en nuestra mente! A veces hace falta que una rueda volando nos haga despertar de la inercia en la que es muy fácil que caigamos.
Y no olvidemos que Memento Mori es solo una parte del mantra, y que lo antecede el Memento Vivire, el recordar concientemente de disfrutar, conectar y sentir, el aquí y ahora, porque es la única realidad tangible y que viene a complementar el movimiento accionado por el recuerdo de la muerte. Un abrazo hermano! Gran blog!