(N° 88) Sobre la confianza como un cúmulo de evidencia
Juntar pruebas irrefutables de quienes somos
Últimamente le he estado dando vuelta a lo que significa tener confianza. Confianza en uno mismo, confianza en los demás, como dice la canción de Sexual Democracia.
Cuando hablamos de tener confianza en nosotros, usualmente nos referirnos a tener determinación. Tirarse a la piscina.
Cuando hablamos de tener confianza en los demás, a veces nos referimos a intimidad y otras a seguridad.
Todos los usos anteriores son correctos al ser distintas acepciones y sinónimos de la palabra confianza, según la RAE.
Sin embargo, había comenzado a barajar la idea de que la confianza está relacionada a la probabilidad de que ocurra algo. No es una idea rupturista, porque se usa en los intervalos de confianza en estadística y ahora revisando la definición de confianza en Wikipedia también se alude a las probabilidades (a diferencia de la RAE).
¿Por qué sería distinto ver la confianza como probabilidad en vez de una certeza?
Confianza como probabilidad
Lo primero que hay que entender que si consideramos la confianza como la probabilidad de que algo ocurra, entonces puedo estar confiado tanto positiva como negativamente.
Si bien podríamos pensar en un porcentaje en particular y tratar en vano de calcularlo, sólo digo que usamos una asignación mental de probabilidades a los eventos o las personas.
Puedo estar confiado de que iré al gimnasio como puedo estar confiado de que no iré. Puedo estar confiado de que me devolverás el préstamo y puedo estar confiado de que no me lo devolverás.
¿Por qué?
Porque tengo experiencias previas que se acumulan y me dicen que sí me pagarás la deuda, por ejemplo porque me has pedido dinero antes y me lo has devuelto o que yo no iré al gimnasio, porque es lunes y sé que los lunes me levanto con mucho sueño y suelo ir el martes.
Esto no es un proceso científico ni consciente, sino más bien una aproximación subjetiva a nuestras experiencias. A veces recordaremos un rango de tiempo mayor, otras menor. En algunos casos tendremos resentimiento y en otro seremos exigentes. En cualquier caso, la asignación de probabilidad ocurre.
Cuando tenemos experiencias previas es más fácil pensarlo. Cuando no las tenemos, usamos otras experiencias relacionadas como comodín para calcular la probabilidad. Por ejemplo si he prestado plata a cuatro amigos y ninguno me ha pagado, el quinto probablemente no sea juzgado por sus propios méritos sino tan solo por el historial del resto.
Confianza en nuestro entorno
Para evaluar a las personas que nos rodean, solemos usar tanto la experiencia previa, la que subjetivamente se relaciona y también los valores de cada uno.
¿Eres de los que va al mecánico y le cree lo que dice o crees que tiene intereses propios que van en contra de los tuyos?
¿Eres de los que suele mirar feo a la gente que te saluda en la calle pensando que pueden estar planeando algo en tu contra, o devuelves el saludo con una sonrisa?
Por supuesto que esa caricaturización tiene mucho que ver con lo que te he dicho hasta ahora. Si a tu entorno lo han asaltado en una determinada esquina y pasas por ella, probablemente estés pensando que la probabilidad de que te asalten sea más alta que cualquier otra esquina. Entonces si alguien se te acerca, lo tratarás seguramente con descortesía e incluso te alejarás rápido del lugar.
Por otro lado, cuando decimos que confiamos en alguien, ¿a qué nos referimos? Como te decía, usamos la palabra para designar familiaridad y porque te permites ser tú mismo en su presencia.
Tener confianza sería un acto determinado por la acción en concreto o porque la suma de acciones que suele hacer está tan alineada a lo que tú esperas. Por lo general la confianza en otro, engloba la totalidad de las acciones.
Por ejemplo, tienes confianza en que tu pareja llegará a la hora porque siempre lo hace. Es la experiencia previa la que la hace merecedora de tu confianza. En el caso de la confianza global, por ejemplo como siempre llega a la hora y siempre que dice que hará algo lo hace, si le presto plata confío que me la va a devolver.
Confianza en nosotros
Usaré una frase de Alex Hormozi que me gustó mucho para sintetizar la idea:
La confianza sin evidencia es una falacia.
No te vuelves seguro gritando afirmaciones frente al espejo, sino teniendo un montón de pruebas irrefutables de que eres quien dices ser.
La manera que tenemos de aumentar la confianza en nosotros, dígase de aumentar la probabilidad de que haremos lo que decimos que haremos, es juntando la mayor cantidad de antecedentes indiscutibles de que hacemos lo que decimos que hacemos.
Por ejemplo, cuando partí el blog no tenía ningún antecedente previo que me permitiese estar seguro de que lo haría. Sólo tenía la vaga idea de hacerlo. Al comenzar a hacerlo, aumentó mi confianza en ser capaz de escribir semanalmente.
Si al principio, me costaba escribir y solía irme por las ramas en mis borradores, con cada semana que me siento frente a la hoja en blanco, me paro menos a pensar qué escribir, ¿por qué? porque me doy cuenta por lo comentarios que me llegan aquí o por fuera, que cada vez se entienden más los posts.
¿Cómo iba a aumentar mi confianza en escribir, mi probabilidad de escribir, desde la no-escritura? ¿Cómo se aumenta una habilidad, se mejora una técnica, se aprende un oficio, si no es por medio de la práctica?
Es como una profecía auto cumplida. Si ahorro hoy, aumento la probabilidad, mi confianza, de ahorrar mañana. Si he ahorrado un año, tengo confianza que puedo ahorrar el próximo.
Si quiero ser puntual, no basta con ponerlo en la descripción de mis redes sociales, sino que seré puntual llegando una y otra vez a la hora.
Luego, si ya he comenzado a hacer un par de cosas y quiero hacer otra que nunca he intentado, será más fácil comenzar porque tendré la confianza de que pude comenzar otras en el pasado.
Los estoicos estarían de acuerdo
¿Recuerdas que una de las ideas centrales del estoicismo es separar lo que controlamos de lo que no? Pues bien, ¿podemos controlar las ideas del resto sobre nuestra confiabilidad? No.
¿Podemos controlar que tengamos una montaña de evidencia irrefutable de que somos y hacemos, quienes queremos ser? Sí.
Comienza a juntar las pruebas irrefutables de que eres capaz.
¿Que pruebas juntarás hoy?
Libro de la semana
📖 Título: Bartleby, el escribiente
✍🏻 Autor: Herman Melville
✏️ Páginas: 64
📚 Editorial: Eneida Editorial, Colección Confabulaciones
Con un grupo de amigos de Valdivia partimos un club de lectura y ésta fue la primera del ciclo para ver qué tan rápido leíamos. Yo fui el más lento y me demoré dos noches jaja.
Esta es una mini novela del escritor americano que se volvería un clásico por un libro que tuvo poca recepción cuando lo escribió, pero que hoy es un clásico: Moby Dick.
En Bartleby nos encontramos con la historia o la falta de historia, del escribiente que a su jefe, ante cualquier solicitud, le responde con un simple: preferiría no hacerlo.
Es tan corto que revelar algo más es simplemente spoilear, pero lo que sí puedo sacar en limpio es que las interpretaciones posibles son demasiadas. Wikipedia en inglés y en español tienen distintas, en YouTube vi el de una profesora de la UAI que se iba por otro lado y vi otro video de unos profesores de innovación que incluso declaraban: Bartleby es el innovador por excelencia. Cosa que si lo leen, les resultará al menos extraña.
Dale una oportunidad y cuéntame, ¿quién es Bartleby?
*Al usar el botón tienes el mismo precio y me apoyas 😁 ¡gracias!