Estas semanas han sido movidas y he perdido en parte la rutina de escribir. Eso evitó que publicara como siempre los lunes mis reflexiones semanales. Lo bueno es que nos cambiamos de departamento y ya está prácticamente listo.
Soy parte de la generación que conoció la terapia. Con todo lo bueno que eso trajo en muchos aspectos, también muchos notaron las falencias que hubo en su familia.
Porque claro las figuras maternas/paternas son quienes se aseguran de que crezcamos en un ambiente sano y seguro. Cuando esas figuras no están, suelen ser familiares cercanos o amigos de los padres, pero en el mejor de los casos, nacemos con gente que nos quiere y se asegura de que tengamos comida, refugio y salud.
Cuando ese entorno no existe, tenemos un problema. Entre los rotos de Alaíde Ventura es una novela que nos muestra lo que pasa cuando a pesar de existir un núcleo familiar tiene una parte podrida. ¿Es suficiente con que un progenitor sea “malo” como para que se pudra la familia?
Los libros que tratan temas familiares siempre me ayudan a mirar con distancia la relación que he tenido con la mía y sé que he sido muy afortunado de tener la que tengo.
Como la familia es un grupo de personas que no elegimos al nacer, parecería ser que no queda más que disfrutar si tuvimos suerte e ir a terapia en caso contrario.
Séneca nos cachetearía y nos preguntaría ¿qué es lo que podemos controlar? ¿qué es lo mejor que podemos hacer ahora?
Vivimos un mundo formado por redes personales que no son sanguíneas. Nos movemos de un lado al otro, cruzamos océanos, nos mudamos de ciudad en ciudad, de una casa a un departamento y viceversa. Cambiamos de trabajos, terminamos y comenzamos relaciones.
Independiente de la familia que hayamos tenido al crecer, estoy seguro que esos lazos han mutado con el tiempo. Ese tío cercano quizás no lo es tanto o esa abuela con la que no hablabas pasó a ser tu confidente.
Hoy estamos formando nuestras propias familias con nuestras parejas u otras personas que elegimos. Podemos ser un buen familiar con todas ellas.
¿Pero qué sería ser un buen familiar? Entre los rotos nos da algunas luces, pero no parece ser un listado enorme: cariño y seguridad. Cariño es alegrarnos por las alegrías del otro y desearles lo mejor sin competir. Seguridad es no sólo proveer lo que podamos, sino brindar la confianza de que cada cual se sienta a gusto siendo quien es.
Todos podemos ser mejores familiares, ¿qué tal si lo intentamos? Los efectos no son inmediatos, pero sí permanentes.
Libro de la semana
📖 Título: Entre los rotos
✍🏻 Autora: Alaíde Ventura Medina
✏️ Páginas: 181
📚 Editorial: concreto editorial
Es difícil leer historias de fallecidos, sobre todo cuando es una suerte de crónica de una muerte anunciada y vas aumentando la presión con cada página hasta que el personaje revienta.
Entre los rotos, es la historia de muchos personajes (¿personas?) que viven vidas truncadas. Porque quizás la mejor manera de torcer una vida es desde la cuna.
La protagonista revisa unas fotografías que tomó su hermano y son una de las pocas posesiones que tuvo. A través de esos instantes, nos narra con cada capítulo un momento y tratamos de entender con ella la vida del que no está.
Me refuerza lo importante que es la familia y la responsabilidad de ser un buen integrante de la misma.
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