(N°80) Sobre cambiar de trabajo
Un ejemplo de los valores y el contexto en las decisiones
Hace algunas semanas me recomendaron para un cargo en otra empresa. Fui a la entrevista tras leer todo lo que encontré en internet sobre ellos, pensé algunas preguntas para entender el negocio y la visión del fundador que me entrevistaría.
La semana pasada escribí la primera parte de los valores y el contexto en las decisiones, para que sea más fácil ir al hueso con este ejemplo real.
Tras siete años trabajando en Mercado Libre y aprender un montón, conocer gente extraordinaria y vivir por dentro una de las grandes historias de éxito empresarial en Chile, decidí dar un paso al costado y sumarme a GoodMeal.
¿Por qué tomé esa decisión de saltar de una empresa admirada como Meli a otra que está comenzando a serlo?
Valores y contexto
Los valores están arraigados en uno y suelen cambiar muy poco en el tiempo. Se reflejan en tus acciones y tus decisiones, consciente de ello o no.
Para mi, el trabajo se trata de hacer cosas que sean desafiantes intelectualmente, sobre todo plantear soluciones ante problemas que no tienen respuesta correcta.
Además, durante la universidad tuve la suerte de toparme con el mundo del emprendimiento antes de salir y pude ajustar mis últimos ramos, práctica, magíster y primer trabajo a rodearme de aquel fascinante tema.
Eso dejó en mi la experiencia de la energía que existe en ese ecosistema. Las ganas de crear cosas nuevas, de apoyar y de ayudar, que son propias de quien decide emprender. Tras esos años decidí que buscaría siempre estar relacionado a esa dinámica de crear, apoyar y ayudar.
Hace siete años que llegué a Mercado Libre. Habiendo desempeñado cargos diferentes, visto por dentro como se desarrollaban los múltiples negocios y el impacto de trabajar con gente excepcional, comencé a sentir un cambio en la forma de administrar el negocio. Cosa que se entiende cuando pasas de tener 5.000 a 70.000 personas trabajando para democratizar el comercio electrónico y los servicios financieros en Latinoamérica.
Pero comencé a sentirme también desalineado conmigo. Sabía que estaba en algo que es muy bueno, pero quizás no lo mejor para mí hoy.
Fue clave entender que la incomodidad venía de la desalineación conmigo porque también podría haber sido por ejemplo una incomodidad derivada del rol que desempeñaba, del tipo de líder que tenía, etc. Cada una tiene soluciones distintas y no toda incomodidad se resuelve tomando la decisión de salir de la empresa.
Es más, puede ser una solución completamente errada si escapas de algo que te llevas a cuestas.
Como comentaba en la última reflexión:
El análisis del contexto matizado con tus valores le da un sentido de urgencia a la decisión. Hace que sí puedas esperar un rato, pero no en exceso y que luego pases a arrepentirte de no haber hecho algo desde antes.
Durante los 3 años de la beca de Marti necesitaba estabilidad ante todo, pero justo coincidió la recomendación con que Marti ya terminó. Por otro lado, también había cambiado porque mi proyecto familiar hoy implica vivir en Valdivia, cosa que no era así cuando llegamos a vivir ahí.
Eso me empuja a pensar que puedo tomar ciertos riesgos ahora que puedo hacerlo y las ganas están.
Si bien para muchos pareció una decisión de un día para otro, entre las primeras señales de incomodidad y la decisión, pasó poco más de un año. Incluso roté internamente pensando que venía de otro lado la incomodidad.
De todas formas, aún con todas las cartas sobre la mesa no fue fácil la decisión.
Aceptar la incertidumbre
A pesar de que para mí era clara la decisión casi desde la primera entrevista, le di muchas vueltas. Pedí consejo a un par de amigos a quienes les agradezco un montón su sabiduría.
Sumarte a un emprendimiento conlleva riesgos, porque son negocios que todavía no terminan de asentarse y que existe una posibilidad que no puedan seguir creciendo para llegar a un volumen que les permita sostenerse en el tiempo.
Sin embargo, la toma de una decisión es mucho más que la simple (y realmente imposible de calcular) posibilidad de éxito del proyecto.
Hay gente que conoceré, cosas que aprenderé, problemas que afrontaré, triunfos y fracasos, chicos y grandes.
Pero esa frase aplica tanto a quedarme en Mercado Libre como a cambiarme a GoodMeal. Porque la vida se compone de dicho crisol de posibilidades en las que uno puede a duras penas establecer sólo la dirección y comenzar a remar.
Justo la novela que terminé la semana en que escribo esto, hace un lindo paralelo con el hecho de que una decisión de un botánico de ir al continente africano para poder hacerse un nombre en el cerrado mundo académico de la Francia del siglo XVIII, termina envuelto en un aprendizaje de otra cultura que lo marca para siempre.
No es que puedas preparar la decisión para que eso suceda. Tampoco tener expectativas de que siempre ocurren cosas buenas o ese tipo de frases inspiracionales muy livianas.
Pero sí, puedes alinear que tu día a día si sea empujando aquello que a ti te llama la atención. No a tus papás, amigos o pareja, sino lo que naturalmente despierta tu sincera curiosidad.
La incertidumbre es algo que no podemos evitar, por lo que te invito a aceptarla como parte de las reglas del juego.
Hoy será mi primer día en GoodMeal.
Haré todo lo que pueda para que haya sido una gran decisión. Pero, en cualquier caso, me siento muy conforme y tranquilo con cualquiera sea el desenlace que tenga esta historia. Eso es lo que también los estoicos nos sugieren, pero eso lo dejamos para la próxima.
¿Tienes alguna decisión difícil en mente? ¡Te leo en los comentarios!
Libro de la semana
📖 Título: La puerta del viaje sin retorno
✍🏻 Autor: David Diop
✏️ Páginas: 283
📚 Editorial: Anagrama, Panorama de narrativas
¿Nos arrepentiremos de algo al final de nuestras vidas? ¿Habrá algo que querremos confesar y que la cercanía de la muerte borre la vergüenza de hacerlo?
Pues eso le pasa al botánico francés de fines del siglo XVIII Michael Anderson, quien en sus meses finales escribe en detalle la verdadera historia de su viaje de investigación a Senegal.
Ella leerá las memorias de su padre y encontrará en ellas una historia de amor, de obsesión, de traición y de perdón.
En esta historia novelada, David Diop es capaz de hacernos viajar por Senegal, sentir el calor, el olor del mar, los sabores exóticos y el respeto por una cultura que no terminamos de entender.
Hay reflexiones sobre la esclavitud, vistas desde el punto de vista del colonizado. Sin saber de que se trataba, haber leído el libro de Frederick Douglass antes, me dio contexto para leer éste.
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Mucho éxito en el nuevo desafio!! Saludos!!
Suerte en tu primer día y en esta nueva etapa!