Esta semana tenemos el ducentésimo décimo cuarto aniversario de las fiestas patrias en Chile. Hace doscientos catorce años aprovechando la sucesión forzosa del reino de España a José Bonaparte, los revolucionarios criollos se juntaron a formar la Primera Junta de Gobierno.
En esa época el mundo era muy distinto al actual, pero también con similitudes que trascienden. Hoy te contaré dos anécdotas distintas, pero que apuntan a esta similitud y diferencia.
Similitud
Hace cerca de 2500 años atrás, vivió un estadista y general ateniense llamado Arístides. Se le recuerda por sus virtudes y por ser el contrapeso de otro titán de la antigua Grecia llamado Temístocles.
A diferencia de los políticos de su época, que sólo querían aumentar su riqueza por codicia y/o para mantener a sus votantes, Arístides por opción vivía en la pobreza.
Comenzó a tener cargos públicos, hasta convertirse en el responsable del erario público. En dicho cargo notó la cantidad de malversación de fondos que había y trató en vano de perseguir a los responsables. Sus enemigos políticos aprovecharon su ofensiva para mostrarlo a él como responsable de la mala administración pública ante los atenienses.
Entonces Arístides cambió de estrategia y dejó que quienes malversaban, lo siguieran haciendo. Tras ese cambio se volvió muy popular, incluso los dirigentes atenienses lo querían reeligir para el cargo.
¿Por qué digo que existe cierta similitud entre esta historia y hoy?
Porque desde hace más de 2500 años que algunos seres humanos buscan la riqueza, hacen trampa, abusan y tratan de salirse con la suya. Lo vemos en distintas épocas, en distintas historias incluso lo vemos en las noticias de tanto en tanto. La codicia sigue convirtiendo los billetes en un fin.
Pero no todos son así. También existen los que trascienden por la defensa que hacen de otros valores. Arístides antes de que comenzara la votación de su reelección se paró y dijo:
"Cuando cumplí bien y fielmente mis deberes, caí en desgracia. Pero ahora que estoy desperdiciando la mayor parte de vuestro dinero entre los ladrones, todo el mundo piensa que soy un ciudadano admirable. Me avergüenzo más del honor que me estáis tributando que de mis convicciones, y lo siento por vosotros, porque evidentemente os parece más loable complacer a un grupo de bribones que salvaguardar la riqueza del Estado."
Incluso, Arístides tras ser posteriormente exiliado de Atenas, volvió para una guerra contra Persia, y a pesar de ser rivales, sirvió bajo el mando de Temístocles poniendo siempre su deber cívico antes que sus intereses personales.
Por eso, Heródoto, Platón y Plutarco, contaron y ensalzaron su historia para la posteridad.
Diferencia
Hoy es posible que te hayas despertado a una hora específica como las 6:30, las 7:15 o algunos 8:50.
Es difícil imaginar que el mundo de hoy en el que nos levantamos a las 6:30, porque tenemos que dejar hijos antes de las 7:45, porque tenemos reunión a las 9:00, porque tenemos hora con la psicóloga a las 11:30 o porque la película parte a las 19:50, no podría haber existido para la época de la Independencia.
Probablemente para la época de Mateo de Toro y Zambrano, bastaba con que fuese “de día”. Luego las campanadas de las iglesias indicaban que ya era “hora de misa”. Las trompetas de la guardia al bajar la bandera, indicaba el final de la tarde.
El concepto de “minutos y segundos” fue inventado durante el siglo XVI y no sería masificado hasta bien entrado el siglo XIX. Antes de eso toda la historia de la humanidad las cosas se demoraban un instante que era equivalente a lo que se demoraba la acción. “Voy a ordeñar las vacas”, “cortaré el pasto”, “coceré un huevo”. Cada una de esas acciones llevaba consigo un periodo de tiempo, pero no eran “2 horas y 22 minutos”, sino sólo “ordeñar vacas”.
Luego los astrónomos para lograr cálculos más exactos llegaron a la definición del minuto y segundo, dígase dividir el día en 24 horas que a su vez, están compuestas de 60 minutos cada una que se componen de 60 segundos. Todos esos números podrían ser otros sin problema.
De hecho la definición oficial de un segundo es muy sofisticada:
Un segundo es la duración de 9.192.631.770 oscilaciones de la radiación emitida en la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del isótopo 133 del átomo de cesio (133Cs), a una temperatura de 0 K.
Hoy estamos rodeados de horas y minutos. Somos capaces de hacer una reserva en un vuelo que cruzará medio mundo y llegar al hotel en un momento exacto.
Pero también supongo que solemos medir nuestras acciones en cuantos minutos les dedicaremos y no por cuánto nos demoraremos en hacerlas.
Me refiero a que existen cosas que “naturalmente” toman tiempo y nadie pensaría en apurarlas. Si alguien ordeñaba una vaca decía “voy a ordeñar” y se demoraba lo que se tenía que demorar. Hoy probablemente digas “puedo ordeñar una vaca durante una hora, porque a las 12:00 tengo que alimentar a los caballos”.
Decimos que definiremos tal proyecto, haremos tal estimación o estudiaremos para la prueba un número X de horas que podemos dedicar, pero me parece desafiante pensar cuántas cosas apuramos o demoramos, sólo para hacerlo calzar con el horario que nos queda disponible en nuestras agendas y no porque sea realmente el tiempo necesario.
Memento Mori
En resumen, y tal como dijo Mark Twain:
La historia no se repite, pero rima.
El tiempo avanzará inexorablemente. El día nacerá y acabará para dar paso al siguiente. Me urge que no vivamos nuestro tiempo, no hay segundas oportunidades ni botón de “pausa”. Tampoco podemos elegir cuándo ni dónde nacer.
Podemos disfrutar nuestro presente y particularmente esta semana, ¡aprovechar de comer una empanada, bailar un pie de cueca y compartir!
Libro de la semana
📖 Título: Cuentos del cántaro
✍🏻 Autor: Omar Villanueva (Don Cotona)
✏️ Páginas: 268
📚 Editorial: Austroborea
A fines del año pasado en la feria del libro de Valdivia, un escritor me preguntó si conocía el criollismo. Ante mi negativa me dijo que su libro era una recopilación de cuentos de dicho estilo.
¿Qué significa? Que los escenarios van de la pampa al valle central, que los personajes son gauchos, pehuenches, patrones y huasos, que el lenguaje involucra todo tipo de palabras y frases propias del chileno que vive alejado de las ciudades.
En estos cuentos encontramos historias que se leen como leyendas, otras que parecen confesiones en primera persona, algunas incluso parecen fábulas que transmiten una moral campestre.
Entretenidos los cuentos, algunos muy inocentes, otros que son violentos, pero cuya violencia es el telón de fondo para la moraleja.
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