Esta semana terminé El mago de Oz de L. Frank Baum. No sé si has leído el libro, pero yo hasta hace poco ni había visto la película y pensaba que el espantapájaros no tenía cerebro, el hombre de hojalata no tenía corazón, ni el león valentía. Eso es lo que se dice cuando aparecen referidos en la cultura popular.
Pero, y disculpa el spóiler, aunque ninguno de los tres tiene lo que dice no tener, no les hace falta.
El espantapájaros está todo el libro dando las mejores ideas para salir de los distintos problemas a los que se enfrentan:
— ¡Una idea de primera categoría! —dijo el león—. Casi se diría que tienes cerebro en la cabeza, y no paja.
El hombre de hojalata se oxida cada vez que llora por pisar una hormiga, porque:
(…) sabía muy que no tenía corazón, y por eso mismo ponía gran cuidado en no ser cruel ni maligno con nada.
Ni hablar de las veces que el león salta, se arriesga o enfrenta a los enemigos. Acertadamente también explica:
(..) me parece que deben ser más cobardes que tú, si se asustan tan fácilmente.
—En realidad sí que lo son —dijo el león—; pero no por eso soy yo más valiente y, mientras sepa que soy un cobarde, seré un desgraciado.
Todo esto me hizo pensar que aunque seamos consciente de nuestras falencias, no necesariamente nos damos cuenta lo que hacemos para pulirlas. Tanto así que si tenemos un objetivo mal puesto como el del espantapájaros y quisiéramos “tener un cerebro más grande” en vez de “aprender historia” o “solucionar problemas”, avanzamos sin darnos cuenta que el cerebro no era necesario en primer lugar.
Una pausa obligada
Desde que pololeo con la Marti que hemos hecho todos los años un repaso del año anterior. Ese repaso todos los años lo hemos hecho distinto y creo que lo único en lo que coincidimos es que revisamos las fotos e historias de Instagram que subimos en el año, para recordar todo lo que hicimos.
El año pasado en particular por haber comprado un libro en preventa, nos sumamos a un taller sobre cómo planificar el año. Éste año lo repitieron con algunas ligeras modificaciones que me parecieron buenas.
Porque al menos hasta hace un par de años, a veces tenía la impresión de que había pasado un año más y yo la verdad es que seguía igual. Eso puede ser bueno en algunos contextos, pero cuando lo pensaba me sentía mal. Como que había desaprovechado un año en hacer una de las mil cosas que se me ocurre hacer.
Por lo mismo, para evitar que persigamos tener un cerebro cuando podemos estar haciendo cosas concretas para ser mejores, te quiero dejar un regalo.
Es un documento que sintetiza las preguntas que debes responder. La idea es que lo hagas si quieres solo o si tienes pareja, con esa persona y responden el documento. Les tomará algo así como una hora, dependiendo de cuánto conversen o si estás sólo qué tan profundo lo hagas.
Cuando ingreses al link harás una copia que será tuya y la podrás editar como quieras. Si la quieres compartir, sólo te pido que les envíes este post y no el documento :)
Libro de la semana
📖 Título: El mago de Oz
✍🏻 Autor: L. Frank Baum
✏️ Páginas: 173
📚 Editorial: Colección Viva Leer, Editorial Planeta
Hace mucho que tenía pendiente leer El Mago de Oz, porque cada tanto me aparece alguna referencia ya sea en una serie o en otro libro.
Una niña llamada Dorothy es arrastrada por un ciclón, junto a su perro y su casa, a una tierra desconocida.
Al aterrizar, algunos moradores celebran que haya derrotado a la malvada bruja del este, aplastándola con su casa. Dorothy toma los zapatos de cristal de la bruja, que no estaban bajo la casa, y tras preguntar cómo volver a Kansas le responden que el mago de Oz podría ayudarla.
En el camino vemos cómo suma personajes en su travesía: el espantapájaros que quiere tener cerebro, el hombre de hojalata que quiere tener corazón y el león que quiere ser valiente.
Es un cuento para niños de esos que dejan enseñanzas. Para mí: lo que hacemos nos define más que lo que tenemos, además de que podemos obtener lo que nos falta con el tiempo.
Lindo cuento, que tiene más personajes y escenas de las que se suelen comentar: como los monos alados, la reina de los ratones o el resto de las brujas.
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