El Precio del Éxito: Reflexiones sobre Trabajo y Estilo de Vida
El tiempo invertido en la carrera y su relación con la calidad de vida fuera del trabajo
Conversando con una amiga sobre el futuro de sus decisiones laborales y familiares, concluimos que hoy el exitismo laboral opaca otros sueños.
De partida, si realmente quieres ser el más crack del mundo en lo que haces, está todo bien con trabajar, pensar, descansar y respirar tu profesión. Es poco probable que logres ser la persona que más sabe de un tema o el mejor atleta de una disciplina, si no le metes todos los bloques del calendario a practicar y aprender más sobre lo que haces. Además de bloquear el espacio para dormir, ejercitarte y descansar.
Por otro lado, si la verdad es que no te ves aspirando o buscando ser top, ¿entonces qué otra cosa podrías buscar?
Una respuesta posible es buscar vivir un estilo de vida que tú prefieras.
¿Qué es un estilo de vida? Según Gutiérrez (2000)1:
La forma de vivir que adopta una persona o grupo, la manera de ocupar su tiempo libre, el consumo, las costumbres alimentarias, los hábitos higiénicos…
Eso lo entiendo como algo involucra más de un aspecto de tu vida, todo lo que nos imaginamos que no tiene que ver con el trabajo. Sería una aproximación más completa de una vida que exceder el techo en una disciplina.
Hay un montón de variables que puedes querer conjugar y que luego, pueden definir tus opciones de trabajo. Si quieres ir a buscar a tus hijos al colegio y almorzar con ellos, si quieres hacer deporte dos veces al día, si quieres practicar un deporte acuático que necesita que vivas cerca del agua, si quieres vivir cerca de tu familia que vive en otra región, etc.
Todas esas elecciones, si las lees bien, no implican ningún trabajo en particular. Un veterinario, un técnico agrícola, un juez o un educador de párvulos, puede hacer todas esas cosas en la medida que haya tomado la decisión de vivir en tal ciudad, en tal casa que queda cerca del colegio o incluso trabajar en otra cosa que no es su profesión porque al final lo que buscan es satisfacer la necesidad de tener ese estilo de vida.
Varias veces he escuchado de gente que al estar unos meses trabajando en Australia, surfeando en la mañana y en la tarde, manifiestan un grado de satisfacción muy alto, sin importarles mucho si eran albañiles o cuidaban niños.
Por otro lado, hoy en la Feria del Libro de Valdivia, conocí a un escritor de profesión abogado, que me dijo orgulloso:
Dejé las leyes y negocios, para vivir humilde, pero exclusivamente de mi literatura.
De alguna forma la elección de vivir escribiendo, más que significarle otro trabajo, le significo un ajuste de gasto para que fuese compatible con lo que quería hacer.
Es común separar ambas visiones, por un lado buscar logros laborales y por otro, buscar la forma de vivir que nos imaginamos cómoda para nuestros gustos.
Acostumbrados a la lógica de la educación de que hay que pasar de curso y pasar al siguiente, nos empujamos a crecer profesionalmente, tenemos mayores responsabilidades, pero tarde entendemos que esas mayores responsabilidades requieren tiempo que harán que otro aspecto de tu vida se resienta.
Hablando brevemente esta semana con un amigo que vive en Concón, me comentó que estaba viajando harto. Le pregunto si por vacaciones o trabajo y me contesta lo siguiente (transcribo casi textual):
viajo a stgo martes, miércoles y viernes
a veces me cuestiono la vida misma cuando voy en bus 😪
4 hrs ida, 4 hrs vuelta (uber -> bus -> metro -> micro -> caminar y vuelta)
8 hrs laborales
5 hrs de sueño
3 hrs restantes para el resto de cosas (comer, descansar, baño)
Wow.
Obviamente es fácil notar progreso en el aspecto laboral: antes me pagaban 10 ahora 15. Antes era junior y ahora soy senior. Antes tenía este cargo y ahora este otro. Entonces sin darte cuenta puedes caer en una espiral donde efectivamente de 15 pasaste a ganar 55, pero no logras hacer mucho más que eso porque para mantenerte ahí, debes trabajar sábados y la mitad de los domingos. Aunque te dan más días de vacaciones, te debes conectar a reuniones o a aprobar presupuestos en la mitad de las mismas.
¿Se justifica el sueldo y el cargo, las proyecciones y las posibilidades futuras, con el costo actual en horas, cuando las horas son lo único que no puedes volver a comprar?
Entre más lo pienso, escucho y leo historias de personas que partieron por A y terminaron en Z, no me cierra lógicamente la idea de apostar todas las balas a un sólo ámbito de tu vida.
Pienso que no es razonable dedicar la mayor parte de tu tiempo despierto, incluso de tu tiempo de ocio (¿Cuántos somos culpables de hablar de trabajo en la mitad de una fiesta?), a un trabajo que si bien es importante tiene límites.
En la filosofía estoica, también en la cristiana, básicamente cualquiera que lo piense, se plantea de una u otra forma que cuando mueres poco importa cuánto hay en tu cuenta del banco.2
Si pensamos que eso es razonable, entonces la pregunta adquiere el matiz de ¿Qué trabajo necesito para mi estilo de vida? y no ¿Qué estilo de vida me da mi trabajo?
Cada vez noto más lo fácil que es que el trabajo determine el ritmo de tu vida. Las listas de pendientes se suelen llenar tan rápido como las filas de cualquier Starbucks a las 9:00.
He notado que para lograr mantener a raya el trabajo en otros aspectos de mi vida como mi relación amorosa o mi escritura/lectura, tengo que ser más cuidadoso con la eficacia y eficiencia de mis horas productivas, para que no me coman más tiempo del que debo dedicar.
¿Cómo lo ves? ¿Crees que has sabido maniobrar para que tu vida laboral no te coma el resto de tu vida?
Estoy Leyendo
Ellas (También) Cuentan - Federico Vivanco
(…) He estado estudiando durante mucho tiempo. Terminé la universidad, pero trabajo como aprendiz. ¿Sabe lo que hago? -Moustapha se queda en silencio-. Saco fotocopias. Compro café para mis jefes. Y cuando me pagan, uso todo el dinero para el alquiler. (…)
-Por lo menos vive en Londres. La vida es más fácil allí que aquí - su voz se relaja.
-El año que viene, si no consigo un trabajo de verdad, tendré que regresar a casa. Sin nada en absoluto.
-¡Ah! ¿Entonces por qué todo el mundo intenta ir a Babilonia?
Recursos:
Artículo: Estilo de Vida, de la Universidad de Murcia
Artículo: Rutinas Diarias y Hábitos de Personas Productivas, del blog de Clockify (en inglés)
El estudio en cuya introducción se encuentra la definición, lo puedes leer aquí.
Incluso hay libros que tratan de ese punto en particular, como el de Bill Perkins, Morir Con Cero (es un enlace de afiliado).
Excelente reflexión, la comparto!
Considero que la clave es encontrar el propósito de vida y eso conlleva a la felicidad. ¿Pero que tanto deberíamos sacrificar para llegar a ese objetivo? Quizás el general no establece metas y simplemente "viven", por ende entran en un círculo vicioso y así no disfrutan el camino, sin saber cual es el fin.
Gracias Francisco!
Clave definir y cuestionarse cúal es para ti la calidad de vida que quieres y cómo balancear los aspectos que eso involucre.
Muchas veces es una pregunta que pasa colada en el "torbellino" entre pega, responsabilidades, cuentas y compromisos, pero definirlo te ayuda a ver el camino por el cúal quieres transitar, ya que el estilo de vida, cual frase cliché, "es un viaje, no un destino".
Buen post!