Estuve recientemente en Santiago. Escribí hace poco más de un año sobre la diferencia entre Valdivia y Santiago y mantengo el mismo argumento, por lo que me saltaré la alegría de volver a Valdivia, al silencio, lo verde y la lluvia.
Lo que sí hice en la zona central fue aprovechar de ver a la gente que quería (y pudimos coordinar). Fue rico poder juntarme a conversar con varios amigos, amigas y familiares y preguntarles cómo estaban.
Algunos estaban dichosos. Llenos de proyectos, inquietos por los desafíos, pero tranquilos en su devenir. Otros no estaban bien. Más preciso sería decir que habían pasado por un periodo malo y estaban mejor.
No es extraño que la vida pueda hacernos tropezar. Que una enfermedad nos arrebate un ser querido, que una mala jugada nos lesione o una mala frase termine gatillando un impasse de consecuencias inesperadas. Supongo que ya varios se darán cuenta que la vida vale la pena vivirla, pero de que tiene sinsabores, los tiene. Que incluso pelear contra esos dolores muchas veces es inútil. Séneca incluso pregunta en sus cartas:
"¿Alguien cree normal devolver una patada a un asno o un mordisco a un perro?" - Séneca
Lo que me llama la atención no es entonces el evento negativo, sino que esas historias eran narradas en soledad. O al menos en una soledad relativa, porque incluían a los involucrados directos como jefes y colaboradores. ¿Por qué afrontar una batalla solo si tienes amigos a los que recurrir?
Hay dos aristas para responder esa pregunta. Una es analizando al afectado ¿por qué no pidió ayuda? ¿Hay algo malo en pedir ayuda? Otra arista es desde las amistades, particularmente ¿dónde estaba? ¿qué pude hacer distinto para estar presente?
La primera la podemos tratar de adivinar, pero nunca la sabremos del todo. Me parece que estamos acostumbrados a que cuando algo malo nos pasa, remar solos o importunando a la menor cantidad de personas. Un observador aguja diría que es la herencia del patriarcado que genera estas ideas de autosuficiencia y competencia. En cualquier caso me parece una hipótesis bastante razonable que quien sufre, prefiere sufrir solo para no molestar.
Por otro lado, hay otra hipótesis que se puede combinar que es la de que si esa persona está más lejos de otros, física o emocionalmente, no acude a ellos en primera instancia. Por ejemplo, si yo estoy ahora en Valdivia, es posible que para pedir ayuda para cargar un mueble, acuda a los amigos que tengo en ésta ciudad. Si tengo un problema o un desafío que no sé cómo enfrentar, difícil que retome contacto con un amigo con el que no hablo hace mucho para ir directo a pedirle ayuda con eso. Es más probable que acuda a los amigos con los que típicamente me relaciono en el día a día.
De ahí que la segunda arista del problema me interpela directamente: ¿dónde estuve cuando mis amigos necesitaban una cerveza, una oreja o un consejo?
Obviamente que esto lo pienso post haber conversado con ellos. Haber escuchado cómo su plan para su empresa cambió drásticamente de una semana a otra, cómo otro lidió con una crisis de angustia en su trabajo o cómo otra notaba la dependencia que tenía para hacer su trabajo. Todos ya habían encontrado soluciones extraordinarias a sus problemas. Todos habían tenido un momento de esos que te hacen crecer. Habían ejecutado la solución o seguían en eso. Uno incluso cambió varios hábitos juntos, realmente tremendo.
Mi punto no es que sin mi ayuda no hayan logrado lo que lograron, ni siquiera que podrían haberlo hecho mejor o más rápido. Sino, que exista la predisposición de mi lado es insuficiente. El típico "avísame si necesitas algo".
En retrospectiva, no había pensado que al no estar físicamente, tendría que reforzar el "estar" de otra forma. Porque si bien fue genial escuchar que ya estaban bien, pensé "¿no me dijeron antes porque no era necesario o porque había una distancia que no se atrevieron a saltar?". Sentí una necesidad quizás absurda, de haber aportado al menos una risa en medio de la tormenta.
"Quien busca la amistad para ocasiones favorables, la despoja de toda su nobleza." - Séneca
Los amigos hemos de estar disponibles. La amistad no consiste solo en armar panoramas divertidos y tener conversaciones hilarantes. También crean espacios para reflexionar, dudar, desahogar y recargar. Porque son esos momentos los que nos permiten en confianza compartir miedos, inseguridades, victorias y aciertos. Salir con más preguntas, con más respuestas, con ejemplos y con energía a seguir encarando el mundo.
Creo que podemos encarar la distancia con llamadas, con audios de Whatsapp, con preguntas más incisivas que un "¿cómo estás?". En hacer algo más que reaccionar a las redes sociales, porque eso estoy seguro que actúa como un sucedáneo de amistad. No nos conformemos con el sucedáneo y exprimamos limones aunque nos cueste más hacerlo.
¿Cómo hacen ustedes para estar presentes?
¿Cómo les gustaría que otros les hagan saber que están ahí?
Libro de la semana
📖 Título: Panza de Burro
✍🏻 Autor: Andrea Abreu
✏️ Páginas: 192
📚 Editorial: Editorial Kindberg
Novela que narra la historia de dos niñas entrando en la pubertad, en las Islas Canarias.
Si bien la temática es más un despertar sexual amoroso y las zonas de la isla (segregación de barrios), creo que lo más interesante del libro es que está escrito con un exceso de palabras y modismos locales de las Islas.
Lo curioso, es que así como puedes entender igual el libro también existen expresiones y palabras que también se usan en Chile (no recuerdo en particular en qué región le dicen guaguas a las micros). Un relato muy fresco en ese sentido.
Que bueno ponerlo sobre la mesa... Gracias por eso! Respecto a las preguntas finales, creo que para estar
para tus "seres queridos", ya sea familia, amig@s, o quien sea, aún a pesar de la distancia, la primera "barrera" a superar podría ser el ensimismamiento, y el modo avión, salirse de nuestras preocupaciones o situaciones cotidianas, darnos ese momento para recordar que somos parte de un todo, y así dar un espacio a la existencia del otro, y entregar un poco de nosotros mismos y quizás nuestro tiempo... para así en presencia (no solo físico) estar.. Y quizás el otro reto... Nose si decirle reto, es resignificar tal vez, por qué y para quien quiero estar.... Perdón lo extenso jajaja, x
Muy cierto! 💙