La semana pasada hablamos de que la inercia suele ser resultado de dejar de mirar la brújula y el mapa. De no parar para revisar la dirección y el destino de nuestros pasos.
“un estoico sólo controla lo que está dentro de su rancho.”
Esa frase recuerda una de las máximas del estoicismo que es controlar la percepción. La percepción de qué realmente es lo que podemos hacer ante una situación y qué no.
¿Qué está dentro de nuestro control, círculo de influencia, rancho? El mundo que existe entre nuestras orejas.
Simple, pero infinito
Por un segundo considera la cantidad de cosas que piensas, que comentas, que sopesas día a día para luego tomar una decisión. Todo sucede en tu cabeza.
También ocurren las excusas para no ir al gimnasio porque hace frío, levantarte más tarde porque dormiste poco anoche, no enviar ahora el mail porque todavía no terminas de refinar por décima vez el correo.
Los sentimientos, que podríamos definir laxamente como nuestra apreciación con respecto a lo que estamos percibiendo, también sucede en nuestras cabezas. La envidia, la ansiedad, la pena, la alegría, el orgullo, el entusiasmo, etc. Todas esas emociones que viven apoyándonos en la oficina de nuestro cerebro (spoiler de Intensa-mente 2).
El mundo que existe entre tus orejas es realmente uno muy grande. Es más, diría que es extremadamente grande y aspirar a conocerlo completo es el trabajo de una vida.
Porque no es simple discernir entre la simple rabia y una mezcla entre pena, vergüenza y decepción. Entrever nuestras propias emociones son años de práctica para ampliar nuestro rango de sentimientos percibidos. Quitar el velo y notar que la excusa del frío para no ir al gimnasio oculta la vergüenza de que te vean hacer ejercicios con pesos pequeños.
De percepción a rancho
Una vez que percibimos nuestro entorno correctamente, notarás que sólo puedes controlar lo que pasa dentro de tu cabeza, que tu rancho llega hasta que comienzas a rellenar vacíos con imaginación.
Creer lo contrario y suponer que puedes afectar a tu entorno directamente, suele estar derivado de que somos protagonistas de nuestra película llamada: Vida.
Como en la “Vida”, todo está visto desde tú punto de vista, crees que todos piensan en ti el mismo tiempo que tú piensas en ellos o al menos, durante el tiempo que tú estás con ellos.
La vergüenza que sientes por levantar una mancuerna de 2 kilos en el gimnasio, se deriva de un sentimiento propio, no del resto. El resto del mundo te puede mirar con o sin lástima. Si la tienen ¿importa realmente?. Si no tienen lástima, entonces la vergüenza es solo un reflejo de que "tú” crees que sería vergonzoso levantar una mancuerna de tan sólo 2 kilos.
Tu cabeza manda. El resto del cuerpo, puede definir atención y esfuerzo.
Si lo que mandas es que levantes la pesa de 2 kilos, para poder levantar pronto la de 4 kilos, tu cuerpo destinará su atención a eso y aplicará todo el esfuerzo necesario.
Si tu cabeza comienza a pensar en la vergüenza que te produce, tu atención se irá a cosas que sean más placenteras para evitar el sentimiento incómodo, esforzándote en cambio en seguir durmiendo.
Del rancho a la acción
Cuando ya te diste cuenta qué cosas están realmente dentro de tu rancho, podrás analizar de mucho mejor manera lo que quieres hacer.
Si quieres ganar un campeonato de cartas magic, ¿qué está en tu rancho? Practicar, estudiar, analizar jugadas, quizás trabajar un turno extra para comprar ese par de cartas que te faltan. En el fondo, separar concretamente aquello que de verdad sólo depende de tu atención y esfuerzo, de aquello que depende de otro: que te toquen contrincantes con mazos débiles al tuyo, que se enfermen ese día, que jueguen mal, etc.
No entender la diferencia entre lo que está en tu rancho y lo que no, puede generar una bola de nieve de creencias falsas que luego es doloroso mirar frente a frente.
Muchas veces no estudié antes de una prueba. Cuando me iba bien decía “excelente y eso que ni siquiera estudié”. Cuando me iba mal decía “es que me faltó estudiar”. Básicamente tiraba una moneda al aire y confiaba en la bondad del mundo.
¿No habrá sido mejor haber estudiado? ¿No era eso lo que estaba en mi control? No importa luego que me fuera mal porque la profesora hiciera una prueba imposible, porque igualmente es un esfuerzo que servía para la segunda prueba y el examen.
Aprovechando este lunes…
Lo que subyace a todo esto, es que al determinar qué ponerle atención, puedes destinar todo tu esfuerzo. Si pones la atención a cosas que no te importan, no pondrás todo tu esfuerzo.
Como estamos partiendo la segunda mitad del año y además cayó lunes, me parece una excelente excusa como para que hagamos una pausa de tan solo 10 o 15 minutos. Si puedes más, por favor hazlo.
Dos puntos:
Recuerda todo lo que planificaste para este año, tus metas, objetivos, hitos, etc. ¿Cómo vas en cada uno de ellos?
¿Qué te gustaría celebrar en 6 meses más, disfrutando el paso a paso?
Ej: Que logré correr 21k
Que escribí una página diaria
Que salí un fin de semana al mes fuera de la ciudad
Que fui a un museo al mes
Que estoy cocinando los domingos para toda la semana
Detén la inercia, revisa si estás caminando en la dirección que quieres.
Sino, cambia.
Libro de la semana
📖 Título: Atarantado
✍🏻 Autor: Rodrigo Fernández
✏️ Páginas: 140
📚 Editorial: Laurel
Este libro de cuentos es un ejercicio para la imaginación. Once relatos que tienen fantasía, realidad distorsionada, que giran en un sentido que no puedes anticipar.
Algunos de los cuentos tienen una presión oscura, como si te persiguiera una sombra. Un par son extremos del cambio climático, otros se tratan de personas que buscan sobrevivir en medio de la pobreza o de apocalipsis. Casi todos en situaciones extrañas.
Me hizo pensar si a) uno debería darle vueltas a los cuentos hasta dar con “algo” extra o b) si no leíste nada que te dejara pensando, dejar ir el cuento.
*Si usas el botón tienes el mismo precio, pero me dan un porcentaje 😁 ¡gracias!