¡Gracias por leerme!
En un abrir y cerrar de ojos, ya pasó un año desde que comencé a escribir el blog.
Recuerdo perfectamente el sentimiento que me invadió y me obligó a sentarme a escribir antes de seguir planificando ad eternum.
Me parece importante dejar el registro de lo aprendido hasta ahora. De aquello que he disfrutado. También lo que no ha sido agradable.
Aprendí y sigo aprendiendo
Lo primero es que escribir cuesta y mucho.
Es un desafío enfrentarme a la página en blanco, no tanto por la primera frase, sino por la opinión completa: qué quiero decir, qué ejemplos apoyan la idea, cómo voy a dividir el texto para hacerlo menos pesado, etc.
Más de una vez, he escrito párrafos o frases de cosas que leo o converso, que al releer para elaborar la idea, no logro encontrar la narración, los ejemplos, las frases para que sea más sustancial.
Lo segundo, es que tener un plazo definitivamente ayuda a presionar el botón de “Publicar”.
Tiene un par de grandes ventajas: obligar la escritura y dar vuelta la hoja. Porque cuando me sumerjo en el proceso de escritura, la siguiente nota suele fluir un poco más fácilmente que la anterior. Cuando dejo de escribir una semana, me cuesta volver al ruedo. Además, el dar vuelta la hoja implica que si siguiera pensando en el primer artículo, quizás seguiría editándolo. Hoy éste será el número cuarenta. Sin duda, algunos son mejores que otros. Pero cuarenta es definitivamente mejor que uno, salvo que creas que puedes hacer un home run la primera vez que tomas el bate.
Sin embargo, tiene una desventaja: das vuelta la hoja sabiendo que no está al 100%. Que con “un tiempo más” podrías haber revisado la frase, corregido la redacción, ampliado los ejemplos, cambiado otros, etc.
Esto me lleva al tercer punto: las cosas rara vez salen perfectas. Escribir lo podríamos clasificar como algo totalmente controlable por uno1, por ende, la falta de perfección es siempre culpa de uno.
Sí, pero aquí está la cuestión: cuando crees que todo está bien, alguien señala que escribiste 'alcanze' en lugar de 'alcance', y es como 🤦♂️.
Ninguna de estas tres son tremendas revelaciones, pero definitivamente son las que más me han apretado todo este año: pensar no sólo la primera línea sino el artículo completo; tener ese deadline rígido que me pesa, pero me ayuda y enfrentar que por mucho que revise, es posible que hayan errores o que si lo leo tiempo después, me acuerde de otra cita, ejemplo o frase que hubiera quedado mejor.
Otros aprendizajes y reflexión
Es curioso sentir orgullo al completar uno de estos textos. Lo comparo con lo que menciona Cal Newport sobre el 'efecto del artesano': la creación de algo 'tangible' proporciona una satisfacción mucho mayor que la gestión de cosas 'intangibles'.
En otras palabras, el blog se puede ver, leer y compartir, entre otras cosas. Tener una reunión de un tema para luego tener una reunión de otro tema (aunque sean relevantes), no genera la sensación al final del día de satisfacción que sí me da escribir.
Otra cosa también es que es genial cuando de la nada se suscribe alguien que no conozco o cuando alguien comenta el post semanas después de haberlo publicado. Ese interés de alguien que no me conoce en suscribirse para seguir semana a semana las reflexione, o el diálogo asíncrono con esa semilla de idea que lleva a otro a acordarse de algo, es también gratificante.
La plataforma Substack ha ido mejorando y cambiando con el tiempo. Han implementado mejoras, más formatos de botones e incluso hace poco, me preguntaron si quería implementar los botones en español para que en vez de decir “Subscribe” diga “Suscribir”. Parece una tontera, pero al final es el refuerzo de la idea de cambio, de que las cosas evolucionan al igual que uno.
En cuanto al uso de la IA, todavía no lo incorporo en todos los posts, pero en algunos he corregido faltas ortográficas y en otros he buscado estudios. Es posible que aumente su uso en el futuro, sobre todo porque es como un diálogo con un estante de libros, cuyas dimensiones son como las imaginadas por Borges en la biblioteca de Babel, te dejo el cuento al final.
Finalmente, un favor
No dudes en compartir estos posts con quien creas que le puedan interesar porque me gustaría fomentar el uso de los comentarios durante el próximo año.
Te invito a dejar una frase, el nombre de una película que te haya recordado la reflexión o cualquier cosa, ahora y siempre.
Piensa que a alguien le puede servir.
Recursos:
Cuento: La biblioteca de Babel, de Jorge Luis Borges.
La escritura puede estar bajo tu control, pero no así la “lectura” que hace el resto del texto. Lo cual generalmente es algo necesario y positivo.
Me acuerdo esa conversa comiendo en Sao Paulo hace poco más de un año atrás, dónde planteabas la intención de empezar a escribir pero tenías algunos miedos y aprensiones que aún no te permitían lanzarte.
Mírate ahora, un año y 40 posts después. Me imagino que algunas aprensiones se mantienen, pero la superación de esos miedos no solo te ha regalado estos aprendizajes, sino que nos ha regalado a nosotros decenas de buenas reflexiones para acompañar nuestras semanas.
Felicitaciones por esta primera vuelta al sol, gracias por todo y que sean muchas más!